miércoles, 23 de julio de 2014

UNA MUCHACHA DE LOS TOLDOS

En 1935, la Década Infame, se aceleró la migración del interior a Buenos Aires. Eran los “cabecitas negras”, aunque muchos llegaban de la pampa gringa que, atacada por la crisis dejaba sin ocupación a los trabadores agrícolas.
La atracción venía desde que el puerto había empezó a crecer a costa del empobrecimiento de las provincias. Los jóvenes sin horizontes llegaban, ahora, del interior bonaerense, del sur santafecino o de las cuchillas entrerrianas, regiones hasta ayer opulentas.
Entre ellos llegaría una quinceañera de Junín, aunque había nacido en Los Toldos, que esperaba triunfar como actriz. Era Eva Duarte. Protagonizaría un papel trascendente en la historia real.
En enero de 1944, San Juan fue destruida por un terremoto. La solidaridad, y la ayuda llegaron de todo el país. En el gobierno militar, un oficial se destacaba como Secretario de Trabajo y Previsión. El coronel Juan Perón, con su laboriosidad desbordante, se puso a la cabeza de la colaboración y estuvo presente en el festival que los artistas organizaron en el Luna Park. Allí se conoció con Evita Duarte. “Quiero hacer algo por esa pobre gente que en este momento es más mísera que yo”, le dijo. “Yo la miraba”, contaba Perón en 1956, “y sentí que sus palabras me conquistaban; estaba casi subyugado por el calor de su voz y de su mirada.” Al poco tiempo vivían juntos, con escándalo de los pacatos. En los años siguientes, juntos impulsarían la transformación de un país.
Como decía Fermín Chávez, cuando hay Historia, el mito es innecesario. No fue Evita la que levantó a los trabajadores para liberar al coronel el 17 de octubre. No tenía entonces la experiencia ni, mucho menos, las relaciones políticas y sindicales.
Hizo lo que podía por la libertad de su compañero, más allá de toda especulación política. No pudo entrar al Hospital Militar a verlo, ni conseguir el abogado que gestionara un habeas corpus. Según parece, fue reconocida por un taxista que la entregó a los heroicos estudiantes que ocupaban la facultad de Derecho en Avenida Las Heras. Estos la golpearon y debió refugiarse casa de una amiga. Siguió los acontecimientos por radio y, después de medianoche pudo reunirse con el coronel.
No necesitaba de fantasías para convertirse en lo que fue después. Decía el embajador de Videla, Américo Ghioldi “Todo lo que Eva Perón es resulta del poder dictatorial. No hay ningún aporte personal. Un robot electrónico habría cumplido parecidas funciones. La llegada a la Casa Rosada es su solo camino de Damasco que la convierte de una doña Nadie en 1943, en una Reina en 1946”. Nuestro Fermín, responde que “en la historia, como en la vida misma, nada se crea ex nihilo. Por eso es que resulta casi una tontería sociológica esa observación... Sin Evita Duarte no podía haber Eva Perón”.
En cada necesidad, un derecho”, veía, y se entregó a satisfacerlos. Para algunos fue sólo un “invento” de Perón. Para otros, manejaba a su antojo a un pusilánime coronel. Se entregó a su marido con la misma pasión con que lo hizo a la causa de los desposeídos.
Se le atribuye resentimiento, por ser hija natural y por la pobreza de sus primeros años. De ahí habría surgido su gusto por las joyas y la ropa suntuosa y el odio a las familias patricias. Pero éstas no la detestaron menos. En todo caso, las veía como las enemigas de Perón y de sus grasitas. Dejó atrás la frivolidad de sus atuendos -tenía menos de treinta años entonces- cuando podía ser un inconveniente para su quehacer social.
La política social impulsada por Perón tenía mucho que ver con sus expectativas reivindicatorias. No se trataba de acompañar al Coronel en una aventura política personal, sino de hacerlo en una patriada con un contenido social.
Trabajó en una oficina del Correo Central, pero fue en la Secretaría de Trabajo y Previsión, en septiembre de 1946, donde lanzó su proyección política. El Movimiento Obrero Organizado, al que Evita no era ajena, atendía las necesidades de los trabajadores sindicalizados. Pero el inmenso número de marginales, de ancianos que no habían trabajado dentro de un sistema conveniado, de madres solteras, de niños sin padres, y de tantos otros, que no estaban cubiertos por la legislación social, encontró solución a sus dramas, primero en la Secretaría y, más adelante, en la Fundación.
En sus entrevistas cotidianas con los pobres y los trabajadores, -que concluían siempre con la satisfacción de las demandas- adquirió la experiencia que le faltaba. Su oratoria se perfeccionó. La Compañera Evita, se convertía poco a poco en la referente de los trabajadores y los dirigentes gremiales encontraban en ella un liderazgo interno.
Su rol político, complementaba al de Perón sin competir con él. Al mismo tiempo, nutría su natural agudeza política que la iba convirtiendo en única e imprescindible interlocutora de Líder, aislado en la soledad del poder.
Impulsó la sanción de la ley 13010 de sufragio femenino. “La mujer argentina ha llegado a la madurez de sus sentimientos y sus voluntades… debe ser escuchada, porque supo ser aceptada en la acción. Se está en deuda con ella. Es forzoso restablecer, pues, esa igualdad de derechos, ya que se pidió y se obtuvo…esa igualdad en los deberes.”
El 9 de septiembre de 1947 se estableció que “las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o les imponen las leyes a los varones argentinos”, con el voto unánime de ambas Cámaras. A Evita le temblaban las manos “al contacto con el laurel que proclama la victoria [...] Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas”.
Fue la pareja presidencial la que lanzó el rumor acerca de la fórmula Perón-Eva Perón para las elecciones de 1951. Perón y Evita trataron de taponar la candidatura a vicepresidente ante posibles sorpresas. (En otra parte hemos comentado la desconfianza del General hacia lo que Sarmiento llamó La precaución inútil. Y los argentinos de 2008 a 2010 han aprendido de su peligrosidad) Las resistencias -sobre todo en el Ejército- no parecen haber tenido fuerza para oponerse. Muchos se entusiasmaron con lo que en realidad no habría sido otra cosa que una maniobra distractiva del Líder y su principal colaboradora, y la propia Evita debió impresionarse con la masiva demanda del Cabildo Abierto del Justicialismo. En realidad, con la vicepresidencia, estaba lejos de ganar espacio o poder. Siendo Evita era mucho más.
Los primeros síntomas de su enfermedad fueron el acicate que la impulsó a aprovechar hasta el último segundo de lo que le restaba de vida. La actividad febril de los meses siguientes superó con creces lo que había sido su ritmo de trabajo anterior. Internada, pudo votar -¿cómo no iba a hacerlo?- en las primeras elecciones en que lo hacían las mujeres.
El 1º de mayo habló por última vez desde el balcón: “Mis queridos descamisados: Otra vez estamos aquí reunidos los trabajadores y las mujeres del Pueblo; otra vez estamos los descamisados en esta plaza histórica del 17 de Octubre de 1945, para dar la respuesta al Líder del Pueblo, que esta mañana al concluir el mensaje dijo: ‘Quienes quieran oír que oigan; quienes quieran seguir que sigan.’
[...] Compañeros, compañeras: otra vez estoy en la lucha, otra vez estoy con ustedes, como ayer, como hoy, como mañana. [...] Yo saldré con el Pueblo trabajador, yo saldré con las mujeres del Pueblo, yo saldré con los descamisados de la Patria,… porque nosotros no nos vamos a dejar aplastar por la bota oligárquica y traidora de los vendepatrias que han explotado a la clase trabajadora”.
Recuerda Marysa Navarro que “El día antes de morir, cuenta Perón, lo mandó llamar porque quería hablar a solas con él. Se sentó sobre la cama y ella hizo un esfuerzo por incorporarse. Su respiración era apenas un susurro: ‘No tengo mucho por vivir -dijo, balbuceante–. Te agradezco lo que has hecho por mí. Te pido una sola cosa más... No abandones nunca a los pobres. Son los únicos que saben ser fieles”… A las ocho y veinticinco, una hora que miles de argentinos recordarían por muchos años, dejó de respirar.
Tenía treinta y tres años”
Viejos peronistas que la conocieron de cerca imaginan que con ella no hubieran ocurrido los trágicos hechos de 1955. Los montoneros, en su momento, la imaginaban opuesta a un Perón conservador y afirmaban que si “viviera, sería montonera”. Conociéndola, es fácil suponer que sería peronista.
¿Tiene sentido en Historia especular sobre lo que pudo ser? Si la Historia no es lo que pasó antes, sino lo que empezó entonces, continúa hoy y se proyecta al futuro, si como decía Jauretche, entendemos que somos eslabones de una cadena que no empezó, ni terminará, con nosotros, lo que queda es comprender ese pasado y, para quienes compartimos los ideales de quien ha sido justamente consagrada como Mujer del Bicentenario, cumplir con su profecía: “Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo levarán como bandera a la Victoria.”
Y algo de eso debe haber, cuando los jóvenes del 2014 cantan que seguirán la bandera de Evita de la cuna hasta la tumba.


Enrique Manson

Julio de 2014

miércoles, 16 de julio de 2014

ARGENTINA – ESTADOS UNIDOS. UNA RELACIÓN NO SIEMPRE CARNAL

Nuevo SEMINARIO GRATUITO.
INICIA MES DE OCTUBRE.
DIRECCIÓN: Rodriguez Peña 356
Expositores: 
Fabián Lavallén Ranea -Enrique Manson
Seminario de 18 a 20hs
Viernes 3 de Octubre
ARGENTINA – ESTADOS UNIDOS. UNA RELACIÓN NO SIEMPRE CARNAL
Expositores: Fabián Lavallén Ranea
Enrique Manson
Seminario de 18 a 20hs
Viernes 3 de Octubre
Dos jóvenes estados
Los políticos españoles y la amenaza norteamericana. La doctrina Monroe. La deglución de medio continente. El triunfo de los industrialistas. Política de Washington en la Argentina. El Tratado Argentino-Británico de 1825. El atropello de la Lexington
Viernes 10 de Octubre
El panamericanismo y una relación conflictiva
La primera conferencia continental. Las relaciones triangulares. La crisis de Wall Street. El cuestionamiento de las certezas. Del boicot económico al aislamiento diplomático. El FMI, el Banco Mundial, el Plan Marshall y la Tercera Posición.
Viernes 17 de Octubre
La Argentina en el Occidente Cristiano
La Argentina después de 1955. Kennedy y el patio trasero. El Tercerismo desarrollista. La expulsión de Cuba de la OEA. La Doctrina de la Seguridad Nacional y la teoría de la dependencia. Onganía frente al peligro rojo. La Conferencia tricontinental. Distensión de las fronteras ideológicas. Perón rompe el bloqueo a Cuba. La crisis del petróleo. Carter y los derechos humanos. América is Back. El Documento de Santa Fe.
Viernes 24 de Octubre
De las relaciones carnales a la UNASUR
El derrumbe de la URSS. La globalización, el Consenso de Washington y las aventuras del sheriff mundial. Alfonsín y Menem: la reconciliación con Occidente. Las Malvinas y la relación con el Reino Unido. Plebiscito y Tratado de Paz por el Beagle. Hacia el Mercosur El realismo periférico. Relaciones carnales. Un nuevo paradigma: el fracaso del ALCA y el sueño de Bolívar y San Martín.

martes, 15 de julio de 2014

EN MEMORIA DE FERMÍN CHÁVEZ

El día 13 de julio del 2014 los miembros de la Biblioteca José María Rosa como parte del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego participaron del Homenaje a Fermín Chávez en a Km del Pueblito su lugar de nacimiento, en la Plaza Libertad de Nogoyá, Entre Ríos. — en Nogoyá.

EN MEMORIA DE FERMIN CHAVEZ


En memoria del gran historiador, poeta, docente, periodista y militante peronista Fermín Chávez durante el pasado fin de semana se desarrollaron diversas actividades en el municipio entrerriano de Nogoyá entre las cuales se destacaron la presentación de un libro inédito de su autoría y la inauguración de un busto en la plaza principal.
Fermín Chávez fue oriundo de Nogoyá, habiendo nacido un 13 de julio, 90 años atrás, en El Pueblito, una pequeña localidad rural que forma parte del municipio de Nogoyá y su busto ahora comparte un lugar destacado en la plaza junto con los del general José Francisco de San Martín, María Eva Duarte, el ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín, el educador local Juan José Antonio Segura y el fundador del radicalismo, Leandro Nicéforo Alem.
Los actos fueron encabezados por el presidente municipal (intendente), Daniel Pavón, y por el director general de la Unidad Ejecutiva del gobierno provincial, Dr. Faustino Schiavoni y organizados por LA MUNICIPALIDAD DE NOGOYÁ, junto a la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, con el auspicio del Ministerio de Cultura y Comunicación del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos y el apoyo del Partido Justicialista Distrito Entre Ríos, su Instituto de Estudios, Investigación y Capacitación del PJ Entre Ríos y Daniel Brion, presidente del Instituto por la Memoria del Pueblo (IMEPU), hijo del dirigente peronista Mario Brion, asesinado el 10 de junio de 1956 en los basurales de José León Suárez como consecuencia del levantamiento del general Juan José Valle para restablecer la democracia en la Argentina.
Participaron también representantes del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego; del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, del que Fermín Chávez fuera parte, del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita; del Instituto Superior Doctor Arturo Jauretche, y de otros centros académicos nacionales y de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
En la presentación del libro, compilado por Daniel Brion y hecho imprimir por la comuna de Nogoyá, Fabián D'Antonio, titular de la Editorial Fabro, recordó que su empresa nació vinculada con la obra de Fermín Chávez y que el trabajo ahora presentado, junto con otros materiales recopilados por el compilador, le había sido entregada para un próximo libro pero que lo sorprendió el fallecimiento del autor por lo que optó por entregar los manuscritos para este emprendimiento.
Eduardo Rosa, hijo del gran historiador José María Rosa, y también miembro del Instituto Dorrego, realizó una emotiva rememoración del Fermín Chávez ser humano, amigo de los amigos, en sus múltiples facetas, hasta en la de charanguista, mientras Alberto Gelly Cantilo, presidente del Instituto Rosas, destacó la colaboración del recordado para los trabajos de investigación allí realizados.
También durante los actos Fermín Chávez fue recordado por el sacerdote José Páez, de la basílica local; Jorge Rachid, de Ideart; Marco Aurelio Roselli, del Instituto Jauretche; Pablo Vázquez, del Museo Evita, y otros, además del ya mencionado intendente Pavón y director provincial Schiavoni, asimismo integrante del Instituto Dorrego.
Una placa situada sobre el monumento inaugurado recuerda los nombres de aquellos que homenajearon al maestro Chávez: Ana Jaramillo, rectora de la Universidad de Lanús y Miembro del Instituto Dorrego; Araceli Bellota, directora del Museo Histórico Nacional, Miembro del Instituto Dorrego; Mario "Pacho" O'Donnell, Presidente honorario del Instituto Dorrego; Víctor Ramos, Presidente del Dorrego, Fernando del Corro, Miembro del Instituto Dorrego, Jorge Rachid, Miembro adjunto del Instituto Dorrego, Alberto Gelly Cantilo, Presidente del Instituto Nacional Rosas,
A lo largo de los actos se leyeron numerosas adhesiones como las de "Pacho" O'Donnell, presidente del Instituto Dorrego, Víctor Ramos, hijo del historiador de la izquierda nacional Jorge Abelardo Ramos, quien también fue representado por otros miembros de dicho instituto como los historiadores Enrique Manson, Eduardo Rosa, Antonio TestaFernando Del Corro y Oscar Denovi del Instituto Rosas.

Se descubrió el monumento a Fermín Chávez

LA CIUDAD
Fue en Plaza Libertad este domingo por la mañana, del sencillo acto participaron autoridades municipales e integrantes de diversos institutos de revisionismo histórico. El monumento está emplazado en el centro de la plaza.
Dicho evento contó con la participación del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas; Instituto Nacional Juan Domingo Perón, de Estudios e investigaciones históricas sociales y políticas; Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Eva Perón”, Museo Evita; Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego; Taller para el Pensamiento Nacional Fermín Chávez; No me Olvides, Comisión Homenaje a José María “Pepe” Rosa; Comisión Permanente de Homenaje a Juan Facundo Quiroga, IMEPU: Instituto por la Memoria del pueblo e Instituto de Investigaciones Históricas Fermín Chávez.
Al comienzo del acto, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y se procedió al descubrimiento del busto y placas alusivas por parte del Intendente Daniel Pavón junto a autoridades de los mencionados institutos. El prebistero Jose Paez realizó la bendición del monumento y luego el Coordinador de Cultura, Guillermo Isaurralde recordó la figura del historiador nogoyaense “recuerdo que en la década del 80 caminé junto a Fermín por esta plaza y mencionaba su amistad con el profesor Juan José Segura y paradojicamente hoy Fermín tiene su monumento junto al de su amigo, el profesor Segura” mencionó el funcionario municipal. Participaron del evento como miembros de la Biblioteca José María Rosa del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina el Profesor Enrique Manson y  el Historiador Eduardo Rosa.

jueves, 10 de julio de 2014

GRASIA’ POR CONOSER EL MAR


¿Qué fue Perón para los humildes?
Alguna vez, Saúl Ubaldini contó cómo había conocido el mar. Alumno destacado en la escuela primaria, el futuro líder de la CGT ganó un concurso cuyo premio consistía en un viaje a la Colonia Turística de Chapadmalal, cerca de Mar del Plata.
Muchas veces me tocó escuchar cómo contemporáneos míos habían llegado por primera vez a los zapatos de cuero, a la pelota de futbol, a la muñeca, gracias a Evita o a Perón.
Hace unos años integré un panel en el que se hablaba sobre el peronismo ante un auditorio de estudiantes de historia. Lo compartía con un dirigente de municipales que dedicó su exposición a contar cómo su infancia, marcada por la pobreza y las privaciones, había cambiado profundamente cuando el peronismo mejoró las condiciones de las familias humildes. El –pese a que ya adulto militaba en el partico comunista- había tenido entonces sus primeros zapatos de cuero.
Mi niñez fue diferente. En la familia de un funcionario público de mediano rango y una maestra, con sus cuatro hijos, en la que se vivía austeramente. Siempre que los necesité tuve zapatos de cuero, no me faltó la pelota de futbol y, como se puede suponer, sólo mi hermana menor jugaba con muñecas.
Más de una vez me pregunté si había recibido algún beneficio material directo del peronismo. Visité la Colonia de Chapadmalal, aunque no por méritos escolares, ya que no era un alumno destacado como Ubaldini.
Mi adhesión al peronismo surgía de ideas y valores y se había fortalecido con el estudio. Me apasiona la política internacional, la tercera posición independiente, la integración promovida desde la alianza con Brasil y Chile en los ’50. Me admiraba la figura del Perón estadista, el que llevaba a la Argentina a protagonizar la política grande del mundo del siglo XX. Esto no significaba un menosprecio del tema social, de la justa distribución de bienes y servicios. Del ingreso de argentinos humildes en el mundo contemporáneo.
Fue mi más reciente visita a esos hoteles de Chapadmalal, la que me lo hizo vivir, con toda su fuerza, esa realidad.
En el libro de visitas del Museo Eva Perón de los hoteles Rafael Rivero había escrito GRASIA PERÓN Y EVITA POR CONOSER EL MAR.


Enrique Manson
Julio de 2014

martes, 8 de julio de 2014

Fermín Chávez el matrero del El Pueblito


Hoy próximos a cumplirse 90 años del Natalicio de Fermín Chávez lo recordamos con un texto de Pablo Hernández de su libro "Patria de Escritores"Publicado por la Ediciones Fabro.
Fermín Chavez
El matrero del El Pueblito
“Gracias, Pablo. Yo no me hubiera animado a tanto”.Era en rigor, la frase pronunciada por Fermín Chávez en la calurosa tarde entrerriana, una más de su cotidiana pedagogía de la humildad.
El mérito, si es lo había, era en gran parte suyo. El maestro nacido en El Pueblito en sus libros, en sus conferencias, en las charlas mantenidas en el departamento de la calle Chile y en algunos bares de la Avenida de Mayo o Bernardo de Yrigoyen, era quien me había impartido la lección: en la historia hay que guapear.
Personalmente lo conocí-y el detalle no es menor- cuando en 1977 presentó en la librería Hachette mis Conversaciones con el padre Castellani. El cura-lo reconoció Fermín en crisis- “era para mí el Maestro” y le había enseñado, entre otras, estas cosas: “en el 50 iniciamos una correspondencia de la que conservo textos suyos soberbios. Está él en plena madurez y en ostensible avance. Algunos le critican sus zafadurías y las bromas pesadas al adversario. El argentino quiere ruido, cuentas y abalorios, cuando no manjar de olor fuerte-me dice-.No vaya a creer que aprecio mucho mi poder de hacer ruido. Lo desprecio, pero sé que aquí es necesario”.
Chávez, fino entendedor de los mensajes del “díscolo” sacerdote, se entusiasmó en aquel febrero de 1994 cuando en Federal metimos algo de “ruido”.
Durante los días 4,5 y 6 tenía lugar allí, en el escenario Ernesto Montiel, la decimonovena emisión del Festival Nacional del Chamamé del Norte Entrerriano. Julio Cáseres, el prodigioso cantor de Los de Imaguaré que en la noche deleitaría a sus seguidores, fue quien tuvo la idea de organizar durante el día un ciclo de conferencias en la escuela local. No se conformaba con la lucidez de su arte y buscaba el complemento de la razón. Quería que un grupo de escritores en sucesivas charlas intercaladas por la actuación de conjuntos chamameceros del pueblo, explicáramos las causas culturales e históricas que en dicha región habían otorgado un lugar de privilegio a ese género musical. Con esta propuesta continuaba, por otra parte, por el camino elegido mucho años antes y que había sintetizado en un reportaje en 1980: “en la medida que crece la necesidad de la gente joven de expresarse responsablemente, trasciende cada vez más la necesidad de proyectar nuestra identidad y no convertirnos cada día en aculturados. Respetar lo tradicional no significa quedarse a recordar únicamente o a tocar los instrumentos exactamente como lo hacían los músicos de antes. Debemos ser fieles a nuestra realidad porque es así como vamos a comunicarnos con la gente de nuestro tiempo”.
En el disco compacto o sobre el escenario es donde manifestaron, además, su fidelidad a esta propuesta. Supieron Los de Imaguaré, cuando fue necesario, rendir su tributo al pionero Mario Millán Medina que en sus mejores composiciones reflejó paisaje y paisanaje con un humor que a veces hacía recordar al del pintor Florencia Molina Campos. En otros momentos -y con pluma de paí Julián Zini como centro-protagonizaron junto a Teresa Parodi y a Antonio Tarragó Ross el ascenso de una poética chamamecera que, antes de ellos, casi siempre había estado por debajo dela calidad musical del género.
Es en Amarillo, por ejemplo, donde encontramos de la mano a la poesía y a la profundidad; “si asumimos nuestra historia/ y renegamos de aquello/ que fue afrenta y atropello/ nos queda un triple valor:/ la Itatí que nos hermana,/ el mate que es compartir,/ y el chamame que es vivir/ la vida, gracias a Dios¡”.
A la dureza impuesta le responde liberadora, entonces, la memoria de un pasado que se transforma en batallador presente: “nos maniataron de cuerpo y alma/ con la pobreza como un payé.../ para los nietos queda la historia,/ la Itatí, el mate y el chamamé”.
El mismo Zini, pero en Soy Región, fue el que explicó que, “chamame adentro, soy Federal”. Y allí en Federal, en la escuela provincial número 44 disonantemente llamada Domingo Faustino Sarmiento, convocados por la fama de Julio Cáseres y Fermín Chávez y mientras el mate circulaba entre los presentes, además de los nombrados dieron su charla los poetas locales Víctor Seri y Roberto Romani, los historiadores correntinos Miguel Angel Barrios y Salvado Cabral y quien esto escribe llegado desde la provincia de Buenos Aires.
Fue en la peña El rincón de los amigos, en un almuerzo en donde el asado con cuero competía con los fideos con vizcacha en la preferencia de los presentes, que Julio lanzó una segunda propuesta. Era de fondo, aunque para un público necesariamente limitado, cada una de las exposiciones que en el colegio dábamos los escritores. Fue una carilla, en cambio, la que nos requirió para leer a la noche, desde el escenario, teniendo como telón distintos fragmentos de chamamés clásicos que interpretaría su conjunto ante diez mil personas que colmarían el festival.
Finalizado el almuerzo- y sin abandonar los vasos de vinos tinto- los presentes nos dirigimos a una pieza continua para encarar la tarea aunque yo, por ser periodista, fui elegido para sentarme frente a la desvencijada máquina de escribir que nos sacaría del apuro. Conviene transcribir, desde luego, algunos párrafos del contundente documento final. En él declarábamos que “la filiación de nuestro particularismo cultural y la necesaria apertura a otros modos de ser, es el camino genuino de aporte a la cultura universal” y “en tal sentido, como integrantes del pueblo latinoamericano de tradición cristiana, afirmamos los valores de solidaridad, de fraternidad, sentido festivo y de pertenencia y búsqueda de lo trascendente”. Por ello “invitamos, entonces, a nuestros gobernantes, intelectuales, artistas, educadores, comunicadores sociales, y al pueblo en general, a unirnos en la tarea de dar respuestas al mundo del presente desde nuestros orígenes culturales. Para ello, consideramos necesario sostener y recrear aquello espacios donde vienen siendo posibles nuestras manifestaciones culturales, creando, a la vez, nuevos ámbitos para el desarrollo integral de nuestro modo de ser”.
El párrafo siguiente plasmaba la inquietud de Julio Cásares que todos compartíamos:”sostenemos, en tal sentido, la necesidad de convivencia del hecho cultural y la reflexión que tal actividad genera”. El final aunque prudente, optaba por la esperanza: “con la humildad del que sugiere, y con el orgullo de sentirnos protagonistas de este tiempo histórico de integración, levantamos la bandera de la unidad y esperanza junto al hondo latir musical de nuestro pueblo para regar el sueño de nuestros mayores, confiados en la venturosa aurora de nuestros hijos”.
El texto, de elaboración y redacción colectiva fue firmado en el siguiente orden: Julio Cáseres(Corrientes), Fermín Chávez (Entre Ríos), Pablo Hernández (Buenos Aires), Víctor Seri (Entre Ríos), Polo Nuñez (Formosa), Colón Rivero (Entre Ríos), Jorge Esteban López (Entre Ríos )y Salvador Cabral, Elida Vigo y Miguel Barrios por Misiones, provincia donde se desempeñaban, aunque los dos nombrados eran correntinos y Elida Sanjuanina. El aplauso que coronó la lectura fue estruendoso y la modulación de Julio Cásares que supo dar tono poético a la declarativa prosa, sumado al vigoroso respaldo musical de Los de Imaguaré, tuvieron mucho que ver, nos parece, con la reacción del público. No está de más recalcar, sin embargo, que una propuesta político cultural como la presentada fue masivamente respaldada por un público que entiende lo propio en su dimensión profunda y universal, tan lejos del chauvinismo tradicionalista como de la frivolidad mediática que apabulla desde la pantalla, el micrófono y el papel.
Un detalle del documento que hemos obviado hasta ahora es, precisamente, el que conmovió a Fermín. Ya estaba el texto definitivo redactado, faltando sólo pasarlo en limpio, cuando surgió la necesidad de ponerle un título. Fue entonces cuando dije, sereno, “como estamos en Entre Ríos, no estaría mal ponerle Pronunciamiento Federal”.El ”gracias, Pablo. Yo no me hubiera animado a tanto” que inmediatamente surgió de la boca de Chávez clausuró cualquier posibilidad de polémica e inmediatamente fue aprobado por los firmantes.
El “ruido” que según Castellani es apetecido por los argentinos, había estallado en la noche Federal siendo bien recibido por el pueblo que premió con su aplauso a quienes se animaban a instalar un debate que no se detenía en lo musical sino que reclamaba espacios para la profundización y el desarrollo de la identidad cultural. En este aspecto había coincidido, por supuesto, los redactores. No estoy tan seguro, sin embargo, de que todos fueran conscientes de que con el título estábamos metiendo “ruido” también dentro del revisionismo histórico. Éramos todos en mayor o en menor grado, admiradores de don Juan Manuel de Rosas y algunos, al menos, de su soberana postura frente a la intervención anglo-francesa de 1845. Pero el “pronunciamiento” del título era también un homenaje indirecto que calaba hondo en los matices del revisionismo y en las visiones historiográficas de los entrerrianos. De esta provincia eran, está claro, el Supremo Pancho Ramírez y Ricardo López Jordán. No menos entrerriano era también, sin embargo, don Justo José de Urquiza, el vencedor de Casero aunque sería inexacto y mentiroso limitar su acción a ese punto. Urquiza había sido un federal severo que en Pago Largo, por ejemplo, había hecho sentir su rigor a los correntinos de Berón de Astrada. Eran gauchos urquicistas, por otra parte, no poco de los combatientes de la Vuelta de Obligado, Antonio Rivero entre ellos, un sargento de Patricios que por edad y por lugar de nacimiento podría ser el mismo gaucho que combatió a los ingleses en las Islas Malvinas, tal como lo insinuó Fermín en una nota escrita durante el conflicto de 1982. Pero fue Chávez, además, el que rescató en 1976 en un Cuaderno de Crisis a los escritores de la Confederación cuando está tenía su capital en Paraná y Buenos Aires se había voluntariamente segregado de la patria. Es Fermín Chávez, por otra parte, quien en 1956, en los días que la Revolución Libertadora implantaba el terror en la Argentina, el que escribió un párrafo contundente y definitorio:
“en su nota interior más profunda, las crisis argentinas son ontológicas, luego morales y después políticas y económicas. Las subestructuras que sostienen a partir de Pavón nuestra República Mercantil tienen el aliento del racionalismo unitario”.
Es en Pavón y no en Caseros, según se deduce de lo citado, nuestra mayor derrota interna, al menos, hasta la de 1955. Que ambos hechos están combinados lo muestra además la circunstancia que el último de los párrafos citados forma parte de Civilización y barbarie en la historia de la cultura argentina, el libro que publica para combatir a quienes se habían encaramado en el poder luego del golpe de estado del 16 de septiembre de 1955 que derrocara al presidente Juan Domingo Perón y junto con él a la democracia.
En el 2004, coherente, Fermín Chavez, seguía metiendo “ruido”: “así como Carlos Marx fue un matrero de la cultura, lo fue también este Johann Gottfried Herder, guapo ante la teología iluminista a la que refutó”. Fermín, también guapo, insiste con su heterodoxia nacional:”a mediados de la década de 1830 Esteban Echeverría trajo de Francia obras de Jean Luis Eugené Leminier, por quien pudo conocer a Juan Bautista Alberdi a Friedrich K. Von Savigny y a Herder.Desde entonces esté no les faltó a los argentinos, hasta el presente”.Luego en 1837 “muchos herderianos”-son sus palabras- posibilitan una interesante lista:”Marcos Sastre, Félix Frías, Juan Llerena, Manuel A. Sáez, José Hernández, Carlos O. Bunge, Ernesto Quesada, José Gabriel, Rodolfo M. Agoglia, Jorge H. Zucchi, Rafael Carrizo, Eugenio Pucciarelli, Saúl A. Taborda, René Orsi y participantes del Primer Congreso de Filosofía, en 1949”.
De aquel encuentro Federal me quedó también de Fermín la dedicatoria manuscrita que estampó en un ejemplar de su antología Aquí me pongo a cantar: “a Pablo Hernández, recuerdo cordial y el homenaje desde el alma”. Otra enseñanza aún más definitiva- incluida en Porque esto tiene otra llave-es, no obstante, la que más presente tengo en éste y otros momentos. El la escribió en 1979. Es en el 2011, en cambio, cuando yo se la robo y se la aplico:”Ahora que sus huesos están quietos, como diría Séneca, después de tanta milicia docente y tanto devenir impune, me doy cuenta, pensando en él, cuán tamaña es la verdad pronunciada por el griego que dijo:'la muerte jamás pone fin a ninguna existencia'. Y el griego era Empédocles, uno a quien Fermín Chávez mucho quería”.


Fuentes

Cásares, Julio; en Piñeyro, Enrique; Pe Henducero, 20 años de canto Imaguaré; Camino Real; 1997.
Chávez Fermín; Aquí me pongo a cantar, Pueblo Entero; 1994.
Civilización y barbarie en la historia de la cultura argentina; Theoría: 1965.
Herder, el alemán matrero; Nueva Generación; 2004.
Profeta de una patria carnal; Crisis; mayo de 1976.
Porque esto tiene otra llave; Pueblo Entero; 2000.
Pronunciamiento Federal; Peña El Rincón de los Amigos; Federal; 5 de febrero de 1994.
Zini, Julián: El árbol de nuestra identidad; Patria Grande; 2005.




viernes, 4 de julio de 2014

Plenario de Miembros del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano "Manuel Dorrego"


Compartimos la fotografía del Plenario de Miembros realizado el día jueves 3 de junio en el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano "Manuel Dorrego", en la sede de calle Rodríguez Peña 365 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para tratar temas inherentes al funcionamiento y futuras actividades.

miércoles, 2 de julio de 2014

RECORDANDO A PEPE ROSA





Por Enrique Manson
"La crisis de los años 30 –la década infame- alentó por reacción el cuestionamiento de las  certezas en que había creído la sociedad argentina.

Uno de esos cuestionamientos fue el de la versión académica de la Historia. Se trataba de revisarla de ahí la denominación de Revisionismo para la escuela que lo planteaba y de verla con ojos que miraban desde la Argentina.
 
José María Rosa fue, desde el primer momento, uno de los más nítidos representantes de la nueva escuela.

Pero sería el paso de la experiencia peronista y su propio compromiso personal, que lo llevó al riesgo de ser fusilado y a la realidad del exilio en el Uruguay y en España, lo que completaría la formación que lo convirtió en los 60 y los 70 en el referente histórico de dos generaciones.
 
Hasta el fin de sus días, el Maestro continuó entregándose en cuerpo y alma a la causa de la felicidad del pueblo y la independencia de la Patria.
 
Así, ya viejo, no vaciló en los aciagos días del llamado Proceso en dirigir una revista de oposición cuya lectura esperaban regularmente muchos que luchaban contra el desaliento que imponía el discurso único y la certeza de las mazmorras ocultas.
 
La dictadura terminó. Pepe Rosa se murió, y en los nuevos tiempos fue borrado de la memoria mientras se consolidaba una renovada versión de la visión dogmática de la Historia, signada por el no compromiso y la resignación que se había instalado también en los círculos políticos.
 
Desde la cátedra que dictamos en institutos de formación docente hemos podido comprobar, mediante encuestas improvisadas e informales, hasta qué punto los estudiantes de Historia desconocían su nombre, y qué decir de su obra.
 
Desde 1979, cuando Pablo Hernández publicó sus Conversaciones, nada se ha escrito con referencia a Pepe Rosa, fuera de artículos circunstanciales o menciones al pasar en diversas obras.
 
Creemos que ha llegado el momento de recordarlo como primer paso a lo que debe ser una relectura de su obra.
 
Con rigor científico pero, sobre todo con ojos nacionales.
 
Con ello intentamos hincar el pago de una deuda de honor que los argentinos tenemos con quien ha sido sin nuestro historiador; el Historiador del Pueblo".

Texto extraído de Nac & Pop.
 

martes, 1 de julio de 2014

1º de julio Día del Historiador en Argentina


Con lo que nos gusta celebrar y además de uno de nuestros gremios más queridos.
Adjuntamos el texto de la Ley en que se declara el 1º de julio como día del historiador/a.
Hoy 1 de julio es el día del Historiador en Argentina:
En marzo de 2002, el Congreso de la Nación declaró el 1 de julio como día del historiador, con el fin de homenajear el esfuerzo que escritores, investigadores, profesores y aficionados realizan para el estudio, difusión y análisis de los acontecimientos del pasado.
La fecha remite al día en que el Primer Triunvirato ordenó, a través de un decreto de 1812, asentar por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo, con la finalidad de “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”. La tarea recaería en el Deán Gregorio Funes, quien a partir de la documentación recuperada redactó el “Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán”.
CONMEMORACIONES
Ley 25.566 
Declárese Día del Historiador el 1º de julio de cada año.
Sancionada: Marzo 14 de 2002.
Promulgada: Abril 4 de 2002.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º — Declarar Día del Historiador el 1º de julio de cada año a los efectos de recordar y homenajear el esfuerzo que han realizado y realizan los escritores, investigadores, profesores y aficionados dedicados al estudio, propalación y análisis de los acontecimientos de carácter histórico.
ARTICULO 2º — Comuníquese al Poder Ejecutivo.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS CATORCE DÍAS DEL MES DE MARZO DEL AÑO DOS MIL DOS.
— REGISTRADA BAJO EL Nº 25.566 —

SUPLEMENTO Nº5 PEPE ROSA

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